jueves, 1 de enero de 2015

Visita inesperada

El silencio reina en este espacio gobernado por la obscuridad, no puede percibirse otra cosa más que un penetrante olor aire viejo cargado de humedad. De pronto, la quietud se ve interrumpida por el tenue sonido de los pasos de alguien y el aumento en la intensidad del volumen sugiere que alguien se está acercando. El chillante ruido de las bisagras de una vieja puerta que se abre un poco es acompañado por la entrada de un intenso pero limitado rayo de luz y desde el exterior se asoma una curiosa cabeza a contemplar lo que hay dentro. 

¡Dios! -exclama con asombro después de encender la luz- esto es un desastre, es más que obvio que nadie se ha parado aquí en un largo, largo tiempo. La telarañas y el polvo dominan el lugar, y qué decir del olor. En fin, no sé que esperaba encontrar pero vine ¿Y ahora qué? ¿Debería limpiar? ¿Para qué? Tal vez debí dejar este sitio en el olvido pero igual fue agradable venir y darse un clavado en los recuerdos, en fin, tal vez regrese de nuevo a desempolvar más memorias y si en este tiempo aparecen señales de vida tal vez valdría la pena arreglar y remodelar aquí. 

Antes de apagar la luz echa un último vistazo al lugar, después sale y cierra la puerta con un chirrido molesto, dejando el lugar en penumbras y el sonido de sus pasos resuenan a modo de despedida mientras se aleja. Silencio de nuevo...